Monday, January 12, 2004

Diez años de alzamiento zapatista
"Mantenerse titubeantes y mixtos, inmóviles y sin
inclinación, en las turbulencias y divisiones públicas
de la patria , no me parece bueno ni honrado..."
Montaigne

Se cumplen diez años del levantamiento armado en Chiapas y de la aparición pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Para bien o para mal es ya parte de nuestra historia la irrupción guerrillera en el sur del país. ¿Qué balance se puede obtener de este levantamiento? Dos grandes triunfos se le deben reconocer al EZLN: El primero es haber puesto en debate público la profunda desigualdad, pobreza y racismo en el país y especialmente en las zonas indígenas con la consecuente movilización de la sociedad civil. El segundo fue el discurso de la comandante Esther en la cámara de diputados. Posiblemente otro triunfo del levantamiento armado es haber sido un acicate al poder de Salinas de Gortari que ya se perfilaba a intentar una suerte de maximato y en haber sido un factor determinante para el inicio de la reforma del IFE. Pero ha diez años son muchas las preguntas que se pueden hacer, muchas las dudas acerca del futuro del neozapatismo y su papel en nuestra sociedad. Tras diez años no es clara la propuesta política-económica del EZLN y es evidente la predominancia de su caudillo, el subcomandante Marcos, que incluso con su ausencia sabe magnificar su presencia. La gran victoria inicial del grupo armado, que no pudieron mantener, fue la movilización de la sociedad civil. Pesaron más las enormes taras de la ultraizquierda mexicana, origen histórico de la guerrilla por más maquillaje de modernidad e ingenio, a lo largo de los años demostró seguir siendo sumamente conservadora, intolerante y autoritaria. En esa sociedad civil que simpatizó en un principio con los zapatistas reina un silencioso desencanto, el fracaso del FZLN, el apoyo a una huelga en la universidad a todas luces dominada por grupos antilibertarios y de sospechoso origen, la imposibilidad de maximizar sus logros, de llegar a acuerdos con un gobierno legitimamente electo, el pasado de sus militantes más añejos, la incapacidad para convertirse en fuerza política, el triunfo de la estrategia de estado para aislarlo como un movimiento local, el que calla otorga y Marcos calla en momentos importantes, como cuando desafío al juez Garzón sin desmarcarse a tiempo de ETA. No, ya no es lo mismo, y sin embargo la miseria y la injusticia siguen ahí. ¿Es actualmente el EZLN un ente importante para la lucha contra estas injusticias? Pareciera que no. En los hechos ni siquiera parece haber gran mejoría en las comunidades dominadas por la guerrilla, al contrario, un tufo de intolerancia y división permea el polvorín de la Cañadas; familias expulsadas, comunidades divididas, religiones enfrentadas, desplazados. ¿Qué pasa al interior de los municipios gobernados en los hechos por el EZLN? Como en todo, Fox ha decidido nadar de muertito (¿por qué yo?) tras los desaires de su cuatacho Guillen, incapaz de hacer amarres políticos para encontrar una salida al conflicto, y aquel desde su paraíso intergaláctico, espera. Porque queda claro que ya no es por la democracia, ni por las comunidades que viven bajo su autoridad, el propósito es, siempre fue, más allá, precisamente intergaláctico, la playera de moda en las manifestaciones globalifóbicas, tan llenas de culpa blanca y tan falta de propuestas, de una izquierda contestataria tan pero tan deficiente, tan carente de imaginación, sólo ahí Marcos es rey, ya saben en tierra de ciegos. Por mientras los caciques gozan de cabal salud a lo largo de todo el campo mexicano, con todo y EZLN, Fox y democracia, los dinosaurios renacen de sus cenizas, con nuevos nombres, el PRD y el PAN presurosos se convierten en PRIs estilizados, tan corruptos, tan ineficientes, tan cínicos como el antiguo partido gobernante. La corrupción, ambición desmedida y descomposición de la clase política se transmite diario en el canal del congreso para vergüenza de todos los mexicanos.
Lo relevante de Marcos, terminó por ser superfluo, sus chistes y bromas carecen ya de fondo en medio de la democracia, se convirtió en la exaltación de la forma sin fondo, como el mal arte, como cualquier demagogo, sus comunicados, sus eventos mediáticos, su ironía, se eternizaron como los chistes de Chespiritio, -y ahora, ¿quién podrá defendernos?-, se autopregunta el enmascarado. -Yo, ¡el Chapulin Colorado!-, pareciera contestarse él mismo. Sin propuestas y modelos reales, el EZLN y su subcomandante Marcos, no tienen simplemente razón de ser. Durante la Convención Nacional Democrática hablaron de transición y democracia. La democracia ya es un hecho, que ganen en la federación y en Chiapas partidos y personajes que desaprueba el guerrillero no quita el enorme logro de la sociedad en su conjunto. El PRI salió de los Pinos, y aunque parezca una broma, efectivamente a Vicente Fox lo eligieron la mayoría de los mexicanos, ante eso la comandancia zapatista no tiene argumento que valga. ¿O si? Que la transición y reforma del estado no han terminado, nadie lo niega, que el imperio de la injusticia y los cacicazgos sigue su curso, está a la vista de todos, pero en un régimen democrático como el actual la actitud del zapatismo parece retrógrada, conservadora y reaccionaria. Por ejemplo, pareciera que las juntas de “buen gobierno” y los Caracoles son formas de organización acorde a la voluntad de la comandancia de centralizar la administración de los recursos obtenidos a través de las ONGs, como quien dice, el Ejercito Zapatista, y de hecho sus líderes, apuestan a que los territorios bajo su control vivan del subsidio (¿Dónde está la famosa autogestión y las formas de aprovechar la riqueza de los recursos naturales de manera autosustentable), y que esos subsidios sean administrados por ellos, cuál burocracia oligárquica común y corriente. Además su idea de democracia niega el derecho al voto secreto, dejando al individuo en manos de las presiones de la “comunidad”, la cual habla en voz de su ejército. El mandar obedeciendo, sin voto secreto, no es más que una mentira, el asambleísmo en toda su dimensión antidemocrática y autoritaria la vimos todos de cerca el CGH y Atenco. El EZLN comparte con toda la izquierda mexicana, la desgracia de no saber maximizar sus triunfos y apostarle a la derrota eternamente.

jega10@yahoo.com

Tuesday, January 06, 2004

Revistas del corazón
La gran fábula nacional
Por Jorge E. González Ayala

Las revistas del corazón se han convertido en todo un fenómeno y extraordinario negocio, pululan en puestos de periódicos, locales cerrados, oficinas, baños, recámaras y ahí donde uno menos se pueda imaginar, aparece la portada con el retrato sonriente de personas que generalmente no tienen otro mérito que el de tener mucho dinero. Durante años revistas extranjeras como Hola! tuvieron excelente acogida entre las damas de alta y mediana sociedad que disfrutaban leyendo y comentando morbosamente las desavenencias de la rancia aristocracia europea. Lady Di, los escándalos de las princesas de Mónaco y las actividades de los Borbón, fueron tema de conversación exclusivo de copetonas señoras en los cafés de Polanco, Pedregal y San Ángel, el periodismo de sociales nacional se limitaba a las aburridísimas crónicas de fin de semana de los periódicos que no importaban más que a los aludidos quienes generalmente contrataban el espacio para dejar constancia de sus bodas, graduaciones, quince años y fiestas. Un país joven como México que gracias a sus revoluciones obligó a su oligarquía no sólo a renovarse sino a mezclarse, parecía lejano a contar con abolengos dignos de una publicación. Ahora resulta que no sólo hay una, sino varias publicaciones y hasta libros fotográficos que dan constancia y crónica de la vida de nuestros ricos. ¿Quién lo hubiera pensado? Porque un análisis de mínimo rigor y superficial sobre quiénes son los protagonistas de estas publicaciones y de dónde provienen sus fortunas revelaría que nuestros ricos y famosos tienen una idea de si mismos extremadamente autocomplaciente.
Las revistas del corazón no dejan de ser parte del lenguaje que mejor domina el poder, la ficción. Si, así nos dijeron que nos preparáramos para la abundancia, o para el primer mundo, ahora anuncia cuántos mexicanos han salido de la pobreza y al desempleado se la llama emprendedor, la realidad bien la conocemos, ellos viven en una encantadora fábula. Pero los protagonistas de la prensa de sociales sufren de una mitomanía crónica, creyéndose su discurso para verse al espejo y preguntar quién es el más bonito. O ¿en serio Ernesto Zedillo Jr. realmente se creerá lo del soltero más cotizado de México con ese rostro abotagado y cachetón como de Paco Stanley versión Ibiza? Todo el atractivo que pueda tener el carismático muchacho que se distinguió durante el sexenio de su padre por los escándalos en discotecas y el inborrable numerito en el concierto de U2, es por el dinero y poder que acumuló durante su carrera política su sombrío papito, el presidente que contaba chistes malos. Eso también habla de una sociedad donde el poder y estatus son la panacea de su escala de valores, lo dijeron los protagonistas del último Big Brother, para qué saber el nombre del padre de la patria si lo importante es saber hacer dinero. Ya hablaba de ello Octavio Paz en el Laberinto de la Soledad, el mexicano admira al chingón, y quién es el chingón sino aquel que se chinga a los demás, y quienes nos han chingado más que la clase política y empresarial. Puede ser que a eso se deba el éxito de las revistas del corazón, masoquista y wanna be el mexicano se admira de la vida que llevan aquellos que lo vejan. Porque más allá de enterarse en la portada de la revista Quién cuál es la pareja en turno de Rebeca de Alba, por qué genera tanto interés en miles de consumidores, las bodas, viajes y hasta baby shawers de nuestros pudientes.

Este fenómeno le ha dado también fuente de entretenimiento a los maliciosos y malintencionados que gustan de criticarlo todo, y qué cosa más divertida que criticar a los que detentan el poder, quienes perdidos de vanidad abren las puertas de su vida íntima para que nos regocijemos en su cursilería, estupidez o llanamente naquez, ahí está el caso de Marta Sahagún como punta de iceberg que ahora reprocha a los medios su intromisión. Poniéndole la suficiente malicia a la lectura, estas revistas y libelos son fuente inagotable de morbo y mala leche. Porque si de algo sirvió el libro Ricas y Famosas de Daniela Rossell fue para constatar que en México todos somos igualmente nacos, el mal gusto nos ha democratizado. Mal gusto y ostentación son la marca de nuestros ricos, ahora nadie podrá ver por encima del hombro a nadie. Los palacios de Durazo, las chamarras de Ocelote de los Hank González, la Colina del Perro, la casa inteligente de Zedillo, son sólo ejemplitos de las joyas que han tenido a bien contribuir a la Ciudad de los Palacios y a la Patria.

Igualmente sólo hace falta ser un poquito mal pensado para esbozar una sonrisa al preguntarse de dónde sacó tanta belleza Paulina Díaz Ordáz si su abuelo era de hecho famoso por feo, o Cecilia Salinas Ocelli, y la respuesta llega a la mente rápido; desde el maquillaje que utilizaba Don Porfirio para blanquearse y borrar los rastros de su origen zapoteca, la genética juega un lugar importante en un país tan profundamente racista como el nuestro, por ello las mujeres han sido desde siempre el juguete favorito del dinero y el poder, capaz de comprar genes a nuestros políticos y empresarios. En países como Argentina no se ha dado mezcla de sus oligarcas con otros estratos sociales, por ello ese odio exacerbado a la figura de Eva Perón, en cambio en México la Revolución obligó a las familias porfirianas caídas en desgracia a ofrendar a sus hijas a los generales triunfantes (imagínenselos cual Fierro de película de Pedro Armendáriz) para mantener sus privilegios a costa de su abolengo, así surgió la familia revolucionaria, de la mezcla de viejos ricos porfirianos y los nuevos surgidos de la Revolución, mecanismo que prosperó a lo largo del presidencialismo que nos otorgó nuevos ricos cada sexenio a la sombra de la corrupción y las transas del poder. Pero ojo feministas, cual Mataharis, ellas han jugado papeles determinantes en la intrincada lucha por el poder y el dinero, olvídense de Martita Sahagún, es la misma mujer la que hizo abuelo a Díaz Ordaz que la que intentó con una identificación falsa mover los millones de dólares de Raúl Salinas en Suiza. Sorprendente y encantador, casi de novela.
Plebeyos jugando a la nobleza, las revistas de sociales son el escaparate indispensable en un país donde las apariencias son todo, así Jorge Emilio González no es el líder de un partido familiar lucrando con nuestros impuestos, vendiéndose al mejor postor, no, para la revista Eres, es el guapo de la política. Cuando vemos las fotografías de las alumnas más prendidas del Regina y el Miraflores, en realidad vemos a las futuras candidatas plurinominales del Partido Verde. La imagen trastoca los significados, Jorge Kawaghi es un distinguido joven y no el prepotente individuo golpeador de meseros. Porque esa es otra marca de los protagonistas de la alta sociedad, su impunidad; hasta que el guarura de Lucero amenazó con un arma a la prensa se discutió la falta de control sobre las escoltas, porque de haber sido la amenaza o golpiza a un mortal como usted, o como yo, nadie hubiera dicho nada.

Pero en este espejo de feria de pueblo, capaz de deformar a Zedillo Jr. en el soltero más cotizado de México, hay una falla que pone en evidencia la farsa, el negrito en el arroz. La adoptiva hija del jefe del ejecutivo, protagonista de primer orden en todas estas publicaciones del corazón, sea por ingenuidad o auténtica valentía, Ana Cristina Fox ha tomado decididamente el papel de hija del presidente muy al estilo de los Beverly de los Pinos, ahí tenemos a la chica provinciana en la cúspide, fotografiada a lado de todos los arredimes oportunistas que no le dirigirían la palabra de no ser la hija del presidente. El patito feo se ha convertido en Cisne. Si, Ana Cristina, que repartía tarjetas que la presentaban como hija del presidente electo antes de que su papá tomará posesión, con sus bolsas piratas y su apariencia lejana a las barbis ultranacas, nietas de la Revolución que retrató Daniela Rossell, es ahora la Blanca Nieves del cuento nacional, con todo y madrastra malvada. Los hijos de los presidentes, tradicionalmente odiosos juniors, pedantes aficionados a la prepotencia y los desmanes, ahora son sustituidos por la pobre niña rica de la página de sociales, que le hace rabietas a la primera dama que acongojada llora por el desprecio de la hija consentida del presidente. Cómo no solidarizarse y simpatizar con esta damita, única persona capaz de poner en su lugar a nuestra Eva Perón de petatiux y de restregarle en la cara su racismo atragantado a los asiduos de las discotecas de lujo.
Así pues, el rey camina desnudo sin que nadie se atreva a decírselo, la reina pregunta de nuevo al espejo mágico quién es la más bonita, Blanca Nieves se pasea en el bosque de Chapultepec rodeada de sapos vestidos de príncipes, la corte de los animales se viste de frac haciendo de la Fábula de la Transición el sueño de los paparazzis y el hazmerreír de los que observan la realidad, al otro lado del cuento nacional.

opiniones: jega10@yahoo.com